Fotos por: David Guzmán Figueroa
San Pedro y San Pablo de la Vicentina serán los protagonistas de 3 meses de talleres de arte lectura para sus niños y niñas
Sábado 6 noviembre, 2010. Marcaron las 9:00 y la camioneta de don Pedro iniciaba el descenso por detrás del Parque de la Vicentina, un camino curvilíneo que baja hasta una vista panorámica maravillosa de los pocos bosques que le quedan a Quito. Habíamos llegado a la Vicentina Baja, a los barrios San Pedro y San Pablo.
Rápidamente bajamos amplificación, pendones, tambores, panderetas, libros, baúles, vestuario y todas nuestras energías para convertir en menos de una hora a las antiguas lavanderías de La Vicentina en un escenario de teatro, en un espacio de juego y diversión.
El sol nos acompañó con fuerza y alegría. Colocada la carpa para protegerse del sol, la mitad del grupo (Laura, Dani, Sandrita y Gio) tomamos tambores e instrumentos y con la llegada de los primeros niños y niñas al lugar de convocatoria, iniciamos la murga!!!
Pronto el ruido de botellitas de colores, tambores y el redoblante, paseaban por las calles del barrio. Los vecinos entre asombrados y encantados, aparecían por los ventanales para ver qué ocurría. Otros salían por las puertas a ver el desfile de los niños y niñas que animaban la mañana. Con ayuda del megáfono invitábamos a más niños y familias a juntarse y así paso.
De regreso al lugar ya listo para el primer taller, éramos más de 65 entre niños y adultos. El Proyecto Minga de Letras, luego de dos años de silencio, volvió a los barrios y eso significa, que vuelven las risas de los niños, su energía y sus enseñanzas.
Juegos, gritos y bromas para agarrar confianza y romper el hielo a cargo de Esteban, otro de los talleristas, fueron suficientes para dejarnos a todos cansados y dispuestos a sentarnos bajo la sombra y escuchar la historia. Un solitario baúl frente a nosotros nos indicaba que algo iba a pasar, que algo estaba dentro.
De repente, una niña toda amarilla y con cachos (Laura), apareció peleando con sus dos muñecas, las risas iniciaron. Luego, un viejito salió del baúl, los rostros de sorpresa de niños y niñas fueron lo máximo. Era un abuelito (Santiago) que ama contar historias, leer libros. Con este juego, inició la historia que encontraron entre un montón de libros que sacaron del baúl, Cuatro Ojos, era el título de hoy.
La niña inició el relato ante los ojos atentos de los niños y niñas, y pronto aparecieron en escena 2 actores para dramatizar cada situación. Luego una niña se animó a continuar la lectura y el mensaje quedó claro: las lágrimas son un maravilloso descubrimiento de la tristeza y la alegría.
Como era el primer taller, se les pidió a niños y adultos que piensen en un SUEÑO. Un sueño para tener un barrio más amigo de la niñez. Los papeles blancos pronto se llenaron de letras y garabatos y fueron guardados en un ánfora que será abierta al final del proyecto en enero.
Luego una refrescante limonada para el brindis, ofrecida por la dirigencia barrial fue ofrecida dentro de la casa de doña Fanny, una vecina que tenía un espacio grande en su hogar con mesas de un antiguo restaurante para que los niños y niñas descansen.
Abrazos de despedida, sonrisas y el compromiso de todos de con esta actividad hacer de San Pedro y San Pablo un barrio amigo de niños y niñas, cerró la inauguración y primer taller de arte-lectura en este sector.
¿Y los mingueros? Revitalizados, agotados, pero impregnados de esa energía sutil y vivaz que solo a esa edad, la infancia uno tiene a borbotones para compartir… Sólo las imágenes estáticas y en movimiento captadas por nuestro documentalista David, pueden describir mejor las emociones vividas en este día.
Para más fotos de este día, visítanos en FLICKR
Y anímate y ven con tus sobrinos, hijos, primos a disfrutar de un día de MINGA DE LETRAS...
Cuándo? Todos los sábados
Hora? 10:00
Lugar: Barrio San Pedro y San Pablo (Vicentina Baja) - Antiguas Lavanderías (Mirador frente al Colegio Manuel Córdova Galarza)