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martes, 7 de diciembre de 2010

Minga de Letras Día 3 - "Las lavanderías, el lugar donde se lavan las penitas"

Arrancó en primer redoble y las sonrisas no se hicieron esperar. Al caminar, poco a poco las tímidas pero curiosas miradas se asomaban tras las ventanas de las casas. Despeinadas unas cabecitas dejaban ver una corta sonrisita y volvían al anonimato mientras la murga seguía avanzando.

De pronto como si fuera su deber de todos los días, un par de pequeños comenzaron a caminar decididos tras la música y pronto eran parte importante de la banda, con sus cornetas y pitos llamaban a sus amigos vecinos que los miraban mientras reían, se podía ver como su corazón saltaba por colarse, la risa nerviosa y un solo salto… y nos fuimos a minguear.

Llegamos a la cuchara de las ex lavanderías, y nos sumergimos en un mar donde había tiburones que nos querían separar, pero juntos los combatimos, caminamos en la ciudad y zuass… al monte y otra vez al mar a luchar contra pulpos y mantarrayas para poder salvar a nuestros amigos…

…Y se abrió el libro con su homónimo cuento, de él brotó un aroma a jazmín, no, más bien a cerezas… mmm no, a rosas... no, en fin los niños podían oler cada nuevo aroma y acariciar su lomo como si fuera un animal, todos los asistentes miraban atentos cada movimiento y estaban prestos a responder cualquier pregunta, ellos eran parte fundamental del cuento.

Y por fin, el momento de plasmar en un papel o con plastilina lo que habían vivido.
Cada mundo, cada dibujo, cada escultura nos dejaba ver que grande es su imaginación y como aprender a hablar el lenguaje de los niños no es más que recordar nuestro propio lenguaje, ese que no tiene reglas ni prejuicios, que no tiene poses ni máscaras, que se mantiene vivo tan solo con sonreír.

Y a comer…
Siempre es mejor comer frutita cuando se está creando, así nuestra ideas crecerán fuertes y sanas.

Otra minga más, como cada sábado pero única, destinada a quedarse en nosotros como una sonrisa, como un suspiro. Estamos llenitos de cariño, cansados pero felices de ser tan responsablemente guaguas.

Las nubes no pueden más, ya nos dieron toda la mañana después de una semana completita de aguas, a casita será, los últimos niños s van felices hablando de lo que imaginaron y quien sabe que más… Chau minguita, te vemos la otra semana aquí en las ex lavanderías, donde se lavan las penitas…

Crónica de 18 narices - Talleres de clown en Casa Laura Vicuña


















Fotos por: Pablo Gordillo
Crónica por: Elvira Durango
Coordinadora del Proyecto
Dirección y creación de la Muestra


Habíamos hecho 28 presentaciones con la obra:”El agua, un recurso retomable” en escuelas y colegios de Quito. La presentación 29 fue muy importante, fuimos a la Casa Laura Vicuña de madres salesianas que acogen a niñas en situación de calle. Después de la presentación ellas nos ayudaron a recoger la utilería y el vestuario, como si fuesen parte del equipo. Al salir nos abrazaron tan fuerte que no querían dejarnos ir, hasta que una niña me preguntó :”Yo quiero hacer eso que tú haces, dónde se aprende?” Dos años tuvieron que pasar para que esa pregunta que sembró la idea de llevar talleres de Clown a la Casa Laura Vicuña, de sus frutos.

Desde julio hasta finales de noviembre del 2010 impartimos talleres de Clown en este centro. Al principio contamos con 35 niños y luego, por razones de adopción, reinserción familiar o decisión de los niños, el grupo quedó en 18. Laura Oviedo y Santiago Hidalgo fueron los talleristas que se encargaron de enseñar las bases de Clown a los niños para que, luego de cuatro meses y medio de talleres, se creara y dirigiera la muestra llamada “El vuelo de los Chanchos”,una adaptación de la historia de “Los tres chanchitos”, escogida por los niños.



















Realizando ejercicios de teatro

Fue un aprendizaje mutuo, los chicos fueron nuestros maestros en muchos aspectos. Nos enseñaron cómo el teatro y en especial, los juegos teatrales, pueden despertar la imaginación y el gozo más allá de cualquier vergüenza. Como el juego y la confianza logran abrir los cuerpos más tensos, logran llenarnos de seguridad y nos devuelven el sentido de la importancia del ser humano. Ese ser juguetón, curioso, travieso que está en cada niño, que estuvo en cada uno de nosotros en nuestra infancia y que el Clown nos lo devuelve y visibiliza.

“Quiero hacer esto toda mi vida” o “¿Ya se acabó? ¡Queremos dar otra función!” son frases de algunas niñas que hacen que todo este proceso haya valido la pena.

















Las chanchitas aladas en escena


15 chanchitas aladas, Madmoiselle Cigoto y tres lobos son los personajes que conformaron esta muestra que se presentó tres veces ante un variado público. Laura y Santiago fueron parte de la obra, como estrategia escénica para que las 17 niñas y un niño se sintieran más cómodos en su primer debute en el escenario.

La prueba más difícil fue la primera presentación, frente a 95 personas en una de las salas de teatro más importantes de Quito: la Sala Mariana de Jesús de la CCE. La muestra fue un éxito y los niños estuvieron muy contentos. Las otras dos presentaciones fueron en el barrio El Dorado y Amaguaña, lugares en donde trabaja la Casa Laura Vicuña. Esta presentación fue más íntima, con sus amigos, familiares, profesores y vecinos.

Después de esta primera fase, porque queremos que existan más, deseamos hacer un club de teatro en la Casa Laura Vicuña para seguir fortaleciendo el talento de los niños y su afición por el teatro. También tenemos pensado hacer un proyecto integral en artes escénicas: danza, teatro y música; para impartir talleres a los 101 niños que están vinculados con el centro.
























Padres y familiares de los niños y niñas, mirando las fotos del proyecto

Queremos agradecer a todos los que, de una u otra forma, contribuyeron para que este proyecto se lleve a cabo: Ministerio de Cultura, Corporación CiudArte y la Escuela de Danza Futuro Sí.


Para ver las fotos completas de este proyecto visita en nuestro FLICKR las galerías Talleres de Clown Casa Laura Vicuña y El Vuelo de los Chanchos!

CONSEP y CiudArte juntos en las jornadas de prevención

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Fotos por: Gio Valdivieso Latorre

Quito. Martes, 16 de noviembre de 2010. El Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, CONSEP, realiza de forma permanente actividades orientadas a los jóvenes para fomentar la prevención en el uso y consumo de drogas. Así en esta ocasión, CiudArte tuvo la oportunidad de ser parte de las "Jornadas de Prevención" destinadas a jóvenes de varios colegios de Quito en la Plaza del Consejo Provincial de Pichincha.

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Más de 10 colegios participantes se dieron cita en esta plaza para disfrutar de una mañana libre de alcohol y drogas, donde música, teatro y mensajes positivos se transmitieron a los presentes. CiudArte fue parte de esta importante actividad con 2 squetches teatrales sobre el tema de drogas y alcohol en jóvenes, los mismos que fueron recibidos con risas y agrado de parte del público que participó activamente y reflexionó sobre las consecuencias que el consumo de alcohol y diferentes drogas causan en nuestro entorno familiar y social.

Qué importante contar con estos espacios para desde la fiesta cultural, generar conciencia y prevención!!!

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Y un reconocimiento especial a Orlis Erazo, nuestro súper director de los dos montajes y a los talentosos actores: Santiago Hidalgo y Sebastián Muñoz!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sondrisas, fotos y alegría - MINGA en su 4to taller!















Fotos por: David Guzmán Figueroa
Crónica por: Laura Oviedo


Quito, 27 de noviembre del 2010
Minga de Letras: Día 4


Iniciaba la mañana haciendo un poquito de frío. Esto tuvo su ventaja también, porque a veces el sol solecito puede ser no tan amigable al medio día.

Según el programa establecido, comenzamos las actividades alegrando un poco con la murga, que invita a los vecinos a participar de este espacio de lectura y diversión. Como ya se va haciendo costumbre, las caritas de los guaguas empezaron a asomar por las ventanas, balcones y terrazas de las casas de los barrios, de repente, uno que otro adulto que se ve obligado por la curiosidad, pero los primeros siempre son los niños. Aprovechando la coyuntura, les hicimos saber que la MINGA DE LETRAS estaba a punto de empezar.


Llegada la hora de inicio, comenzaron a llegar los pequeños del barrio, de a poquito pero seguro. Ya hay caritas conocidas para mí, con quienes cruzo sonrisas, miradas traviesas y saludos. La confianza empieza a sembrarse como una semillita, que a base de sonrisas y juego, pronto se va convirtiendo en complicidad y cariño. Hubo caritas nuevas también e incluso, dos chicas jóvenes, que muy alegres, se juntaron a los juegos y compartieron su energía con nosotros, como para poner constancia que nunca se deja de ser niño y que todos somos aptos para el juego y la alegría.


La mañana avanzó mientras jugábamos, el frío se marchó y las risas se apoderaron del lugar. La MINGA DE LETRAS hace que el barrio de la Vicentina se transforme en un lugar mágico y lleno de color. Da emoción ver a los niños jugando en las calles. Puede que sea en un lugar específico pero es como si la buena energía producida por los guaguas inundara el barrio entero y se colara por las puertas y ventanas de todas las casas. Los vecinos mandan nomás a sus guaguas a la minga y algunos, que no estaban enterados de que hubiera tal programa, se enteran al momento que pasan por las lavanderías o cerca de ellas.
















Llegó la hora del cuento, no fue difícil captar la atención de los niños y también de los adultos, con los gestos, las poses y las ocurrencias que surgían de la dramatización improvisada de la historia de un perrito y su dueño. Qué bonito ver el deseo de participar de todos los niños y la escucha que le ponen a los cuentos. La mayoría ya saben leer y cuando pasan al frente tratan de hacerlo con claridad.

La gran creatividad de los niños se hizo presente en las fotografías que David les hizo. Las representaciones capturadas iban desde animales, situaciones, personajes y objetos. Las vergüenzas acompañaron algunas de las fotografías. Se que no es un trabajo de teatro el que estamos haciendo, pero veo un gran potencial para ello también.



























Eso sí, nadie se marchó hasta recibir su refrigerio y una vez comiditos, los guaguas se fueron bien contentos preguntando: ¿El próximo sábado van a venir?



Día 2 en la Minga de Letras - "La MINGA es una lucha"













Fotos por: David Guzmán Figueroa
Crónica por: Laura Oviedo

Quito, sábado 13 de noviembre de 2010

Iniciamos actividades tempranito. Gracias a la constante colaboración de una vecina, que se ha comprometido con el trabajo solo a cambio de ver a los niños jugar y reír, cada sábado de minga tenemos acceso a las lavanderías para prepararnos y dejar nuestras cosas en lugar seguro.

Armamos la carpa, que se ha constituido como el área de lectura y realización de actividades, y nos preparamos para salir a hacer la murga por el barrio. Recorrimos la manzana haciendo la convocatoria a los niños, algunos se nos juntaron en el camino y, con la ayuda de panderetas y silbatos, juntos, pusimos sobre-aviso a los vecinos de que estaban invitados a participar de la MINGA DE LETRAS.


Oh sorpresa! cuando llegamos a las lavanderías, ya había algunos niños esperando, con sus padres algunos otros no, a que iniciara la minga. Qué bacán pensé, los vecinos nos reciben con los brazos abiertos y sonrisa amplia. De a poquito siguieron sumándose guaguas a la ronda del juego. Este día contamos con casi 60 niños!

Comenzamos con ejercicios de calentamiento y dinámicas para que se quiten la pereza: estiramientos, saltos, bostezos y “la batalla del calentamiento”, que no podían faltar para iniciar bien la mañana. Proseguimos con reconocimiento del propio cuerpo con abrazos y observación de la postura corporal para luego dar inicio a los juegos, que sacaron más de una sonrisa de todos los presentes.




Los niños disfrutaron mucho de los juegos. Se notaba que todavía no nos tienen mucha confianza, ¿quiénes serán estos locos? se podía leer en sus miradas. Pero por suerte, contábamos con la presencia de padres de familia que le dieron al lugar un ambiente familiar y además, no se puede negar que cuando de juego se trata a los niños no les importa nada más.

Mientras jugábamos unos vecinos, que viven justo junto a las lavanderías, empezaron a reclamar por el espacio. Estaban bastante molestos porque creían que nos íbamos a adueñar de “su territorio”, alegaban con alevosía, ser dueños de la vereda, la calle y la quebrada también. Ele, y ahora qué se hace con vecinos así, nos preguntamos.




Por suerte había bastantes niños, los padres de familia y otros vecinos, que expusieron su punto de vista, favorable hacia la realización de la actividad para los niños. Eso hizo que la bronca no avanzara a mayores. Los ánimos se exaltaron mucho entre los vecinos que apoyaban a la MINGA, entre nosotros y entre el par de vecinos (madre e hijo) que se creían dueños de la calle. Por más explicaciones que les dábamos los señores no entendían de razones y todo lo tomaban como una afrenta. Llamaron al presidente barrial quien les aclaró las cosas y, a pesar de que no entendieron ni “J” de las explicaciones, se cansaron de pelear y se metieron a su casa. Felizmente, juntos fuimos más fuertes.




Mientras duró la disputa, los niños miraban con ojitos de susto y desconcierto, ¿por qué los adultos actúan así si solo estamos jugando? se habrán preguntado. Para tranquilizarlos y aclarar el embrollo, les dimos una pequeña charlita sobre lo que, lamentablemente, habían presenciado. Una vecina, muy amable, les dio la bienvenida a los guaguas y les dijo que no todos los vecinos son así, que al contrario, la mayoría deseaban que las calles estén llenas de niños jugando.



Inmediatamente pasamos al ejercicio práctico. La consigna era dibujarse a uno mismo. Repartimos hojas de papel, lápices y crayones. Los niños se explayaron bastante en la dibujada y en la pintada, sobre todo. Qué creativos son e incluso pusieron cosas extras a su dibujo, se acompañaron del sol, de flores, de nubes, de montañas.







Pasamos a la parte del cuento y les leímos “Pos si no te lo he dicho” de María Fernanda Heredia. Santiago y yo hicimos la dramatización del cuento. Estuvo súper divertido, puras risas de los guaguas. Fue bastante participativo, unos 4 guaguas pasaron a leer el cuento, que no es largo, y a enseñar las ilustraciones del librito. Los gestos que hicimos sacaron muchas risas. Que calorcito más reconfortante es el que produce la alegría de la gente.












Finalmente volvimos a entregar las hojas donde se habían dibujado cada uno y les pedimos que hicieran otro dibujo al reverso, esta vez, era dibujo libre. También se explayaron y salieron ideas muy creativas. Les encanta pintar y dibujar, ninguno puso objeciones al trabajo, al contrario siempre dieron más. Esto nos hace sentir que, como talleristas, estamos logrando el objetivo de incentivarles. Después de terminados los trabajos les dimos su refrigerio: sánduche de queso y limonada mmm...















Se fueron bastante contentos, los niños y los padres. La discusión vivida el día de hoy, por causa de personas que no visibilizan a los niños en el barrio, nos hizo saber que la MINGA DE LETRAS también es una lucha, una lucha por hacer de esta ciudad un lugar donde los niños puedan ser libres para jugar, reír y soñar, una lucha contra lo absurdo de la gran ciudad, donde los autos y las propiedades son más importantes que los niños y donde los adultos, han olvidado que es lo esencial.